
LAS TRES REINAS MAGAS
Me gusta dejar vagar la imaginación sobre los hechos
históricos y en mi cabeza semi desquiciada pienso como hubiera sido la historia si
los hechos no se dieron como los registran los libros sino de otra manera.
Quiero dejar claro que van a encontrar enormes anacronismos porque este es un
artículo de humor y lo escribí para pasar un rato agradable.
Con un salto de
veinte siglos en el tiempo y cambiando el
género de los Reyes Magos que
visitaron al Niño Dios, hago
un mínimo listado de lo ocurrido:
- Ante todo las tres
Reinas Magas no se perderían porque no sentirían pena de preguntar el
camino adecuado.
- Llegarían a tiempo
para el parto o, en el peor de los casos, recién llegado el niño a este
mundo y de una vez se ofrecerían a bañarlo, cambiarlo, prepararle un
caldito a la parturienta y sacarían a José del establo para que no hiciera
estorbo.
- Por derecha el burro y el buey
saldrían directo para la calle para evitar los malos olores.
- Bueno, alguna diría
que sacar la vaca porque con el animal echado (como se ve siempre en los
pesebres de navidad) era difícil ver si era chico o chica; bueno, si era
buey ya no era ninguna de las dos. Otra de las tres, más despistada
sugeriría ordeñar al animalito para aprovechar la leche y vayan ustedes a
saber cómo se ordeña un buey.
- Como la crónica no
dice si llevaban sirvientes pues ellas mismas se encargarían de barrer el
establo y cambiar la decoración exigua que debía tener (si es que la
tenía), organizarían las visitas de los pastores y pondrían a los
angelitos a cantar canciones de cuna para entretener al niño.
- Olvidaba los regalos,
tres mujeres reinas y magas no llevarían regalos inútiles como oro
incienso y mirra, para nada, estas damas llegarían con pañales, una tina,
cosméticos delicados para el recién nacido, una cunita, cobijas para los
fríos de la noche, camisitas, un esquimal, patines y mitones…
- Como ocurre con todas
las mujeres que se respeten de serlo criticarían a muerte al pobre marido:
- Miren este
desconsiderado, cómo se le ocurrió salir de viaje con la pobre María en
los últimos días de gestación.
- Por fortuna no se le
complicó el parto porque a quien acudir en estos andurriales y sin cinco
entre el bolsillo.
- Y, ni siquiera en un
camello, en un miserable burro y bien descastado el pobre.
- Definitivamente no es
el marido que nosotras quisiéramos tener ¿Sí o no chicas?
- Y miren esa túnica de
la pobre María, no solo deshilachada, es que no le combina con las
sandalias, pobre chica… y ni hablar del niño, ¿qué futuro puede tener de
ayudante de carpintería?
- Y si se dan cuenta es
que ese pobre José como que no tiene espíritu para nada, es que ni habla
el pobre…
- Oigan, y como para no
enredar más el asunto, vengan chicas, fíjense muy bien y no me dirán que
no, este niño no se parece en nada a José…
Yo quiero dejar
bien claro que soy creyente y de ninguna
manera mi deseo es burlarme de las
creencias ajenas; el
artículo quiere mostrar una cara risueña en estas fechas
y me pareció divertido cambiar los tres Reyes por Tres
Reinas.
Edgar Tarazona Angel
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