lunes, 15 de febrero de 2016

ELIAS Y EL CARRO DE FUEGO


Como siempre, advierto que los personajes están basados en personas reales  de un pueblo que también existe y donde pasé mis primeros diez años de vida. Lo digo porque algunos lectores piensan que me burlo del libro sagrado pero es una coincidencia; en dicho pueblo, muy católico por cierto, la mayoría de sus habitantes tenían nombres bíblicos… o, por alguna razón anecdótica, los apodaban con nombres del libro sagrado; es el caso de Judas, Caín, Barrabás y otros.
Don Elías carrillo ganaba su diario vivir conduciendo un camioncito y transportando los productos de la agricultura pueblerina hasta la capital. Por supuesto que también lo ocupaban para los trasteos y los paseos de olla. En el bendito poblado estaban pendientes de cualquier circunstancia para acomodarla a un pasaje de la Biblia y eso mismo ocurrió con don Elías.
Para colmo el mejor amigo de este señor se llamaba Eliseo, lo mismo que en Reyes 2 (1,12), lean muchachos para que vean que no digo mentiras. Uno de tantos días llevaron un viaje de legumbres a la capital y, de regreso al pueblo, se estrellaron contra unos burros sin dueño que correteaban por la carretera. Parecido al pasaje bíblico Elías se fue en llamas con burros y todo pero su compadre Eliseo se salvó para contar la historia. Aseguro que todo esto es la purita verdad.

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