Una de mis características es
cuestionar algunas noticias de la historia y darme respuestas que tal vez
disgusten a muchas personas. En este caso pienso como persona del siglo XXI si
ocurriera este hecho narrado en el evangelio del siglo I y sin ánimo de ofender
a nadie. Ya lo he dicho en otras oportunidades, no es un artículo histórico, es
una versión humorística de mi imaginación y esto es lo que supongo que
ocurriría en esta época si se repitiera el milagro.
Después de tres días de fallecido y
cuando ya todos estaban resignados apareció el Maestro y preguntó por su amigo Lázaro
a lo cual respondieron sus hermanas:
-
¡Maestro,
Lázaro murió hace tres días y ya está en el sepulcro. No te avisamos porque
estábamos sin minutos y por aquí no hay donde recargar!
-
Lo
sé, y recuerden que yo soy enemigo de los celulares, de manera que solo
llamando a Judas me hubieran podido dar esta triste noticia.
-
Si
Maestro, judas es el único que carga celular pero como es tan egoísta capaz que
no contesta y no te hubiera dado la noticia.
-
Pero
dejemos la lloradera y vamos a los Jardines del recuerdo al Mausoleo de la
familia a ver qué puedo hacer.
Y salieron todos seguidos de los pobres
que siempre seguían al maestro para ver si de nuevo multiplicaba los panes y
los peces porque el hambre era muy
grande. No sé por qué, pero entre la gente se colaron unos periodistas, que
sospecharon que tal vez iban a presenciar algo digno de publicarse en la prensa
y la TV. A poco llegaron y avanza el maestro y da dos o tres golpes en la
lápida y claro, no hubo respuesta, entonces retrocede dos pasos y dice así con
inspirado acento:
-
¡Amigo
Lázaro, levántate y anda! Y de inmediato
se oyó una voz que le responde desde la tumba:
-
¡Si,
Maestro, ya estoy tratando de salir pero quiten la lápida, porfis!
Sobraron voluntarios para retirar el mármol
de la entrada para que saliera el hombre que había sido sepultado sin cajón
(hago esta aclaración para facilitar la historia y no enredarla tanto) y
abundaron más los mirones que querían verle la cara al difunto. Dos voluntarios
lo ayudaron a salir y a pararse porque estaba un poco entumido. Ya con los ojos
abiertos y viendo a su gran amigo lo abrazó con fuerza y le dijo:
-
Gracias
parce, cuéntenme que pasó, solo recuerdo que se me fueron las luces y nada más
-
Lo
que pasó mi hermano fue que se murió hace tres días y yo llegué a su casa donde
me contaron de su fallecimiento y como tengo el poder de resucitar amigos, aquí
me tiene a su lado y con deseos de celebrar con unos vinos.
-
Para
ayer es tarde parce, vengan todos a la tiendita de la esquina, La última Lágrima,
yo invito, al fin y al cabo uno no se muere y resucita todos los días.
Y allá se fueron donde doña Gloria a
beberse al muerto los amigos, porque los
pobres se quedaron por fuera. Lo cierto es que los periodistas si aprovecharon
para hacerle una entrevista al resucitado que aparecerá en el próximo artículo.
Edgar Tarazona Angel
Me quede esperando, la siguiente parte de la historia quisiera poder leer el artículo de la entrevista, saludes compatriota Colombiano ese léxico es inconfundible XD, también estoy al tanto de tu Blog de mitología 👌 Gracias por tanto esfuerzo.
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